Ferrari

Los emblemas de Ferrari que llevan algunos coches de la marca en las aletas delanteras son opcionales. Cuestan una pasta, pero tiene una explicación.

O como quemar, sin querer, 266.000 euros en una hora.

El Ferrari California fue el último cavallino que ofrecía caja manual, pero todo vuelve.

Escuchar a su corazón o a la razón. Es un cruel dilema, en ocasiones.

Un concesionario en Madrid ofrece varias unidades del Purosangue. Una de ellas, por 1,3 millones de euros: más del doble de lo que cuesta nuevo.

Un Ferrari F8 Spider, un cumpleaños y niños con pintura...

En el anuncio pedían 5,9 millones de euros por una unidad del Ferrari F80. Era pasarse el juego de la especulación: revenderlo incluso antes de tenerlo.

Cuando compró su Ferrari firmó un acuerdo anti especulación con el concesionario, pero no lo respetó.

El nieto del Ferrari F40 es un híbrido salvaje del que solo se fabricarán 799 unidades.

Además, las autoridades han podido arrestar a los dos presuntos ladrones del Ferrari gracias al smartphone de uno de ellos.

El equipamiento de un Ferrari no incluye la educación y el sentido común, es cosa del conductor.

Aunque en esta ocasión lo escuchamos a ralentí y con baja carga, el sonido podría buscar un objetivo parecido al que tiene Dodge para su Charger eléctrico: parecer un V8 sin serlo.

Hasta los mejores pueden cometer errores.

Todo comenzó cuando un ejecutivo de Ferrari comenzó a recibir demasiados mensajes con tono urgente del CEO de la compañía, Benedetto Vigna.

Ferrari sustituirá los paquetes de baterías de alto voltaje de sus superderpotivos híbridos “en su octavo y en su decimosexto año de vida”, aunque a los propietarios les costará unos 7.000 euros al año.

Para qué si los usuarios prefieren Google Maps y otras apps de navegación que llevan los smartphones.